Conectar para comunicar. Comunicar para emocionar.
- Pablo Yáñez
- 16 oct
- 2 Min. de lectura
La forma en la que las personas y sobre todo las marcas comunican han cambiado mucho en los últimos años.
Atrás ha quedado la época en la que la presencia, repetida y constante, era la fórmula de comunicación más recurrente entre las empresas. Estar, estar mucho, aparecer por todos los lados e invadir de forma constante la percepción visual o auditiva de lo potenciales clientes ha sido hasta ahora la tónica habitual.
Aquello pertenece al pasado por mucho que a día de hoy quienes pueden competir en la carrera presupuestaria de la publicidad insistan en ese camino.
Un consumo que exige nuevas formas de comunicación
La realidad es que el consumo, como la sociedad, ha evolucionado y demanda que la comunicación y el marketing se adecúen a esta nueva etapa.
A nadie se le escapa que la compra o el alquiler de un bien, la suscripción una plataforma o la contratación de cualquier servicio son acciones humanas sobre las que es posible influir a través de la comunicación.
Hasta ahora la obsesión ha sido influir sobre la acción en el momento en el que se produce la decisión. Y eso, unido a la primacía de la “presencia de marca” como técnica ha provocado un entorno inflacionado en el que la inversión en publicidad se ha convertido en un lujo competitivo solo para los más poderosos.
La revolución que planteamos consiste en partir siempre de la emoción que precede a la acción.
Las emociones como motor de decisión
Si en vez de poner el foco en el momento de la decisión de compra, y por tanto, de la acción, lo ponemos en las emociones que condicionan y determinan esa decisión estaremos dando la vuelta al marco comunicativo actual y construyendo las bases de un sistema más eficaz, más acertado y en la medida en que más barato, lo estaremos convirtiendo en más accesible para todo tipo de negocios.
Detrás de la compra de un coche, de la elección de una marca de ropa, de la suscripción a una u otra plataforma o de la contratación de un abogado en concreto en medio de una alta competencia, aparecen emociones humanas como la seguridad, el prestigio, la expectativa o la confianza que están en el origen de la decisión y sobre las que nuestra propuesta propone trabajar.

Identificar cuáles son las emociones clave en tu sector, descubrir cómo tu producto puede influir en ellas y convertir tu marca en la mejor respuesta a esas emociones es el nuevo paradigma sobre el que trabajamos en Aquilea Comunicación.
Más allá de la gran batalla publicitaria de marcas que emplean millones y millones de euros en sus campañas de marketing, la realidad es que las pequeñas y medianas empresas necesitan optimizar sus inversiones en comunicación.
Lo que proponemos es una estrategia que permita conocer e identificar cómo se comporta tu cliente, y conectar con ellos a través de las emociones, para comunicar todo el potencial de tu negocio.
Pablo Yáñez - Director de Aquilea Comunicación
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En Aquilea Comunicación, agencia de comunicación con sede en Valladolid, creemos en una forma de comunicar centrada en las emociones. Apostamos por la comunicación emocional como herramienta estratégica para construir relaciones sólidas entre las marcas y sus públicos. Contacta con nosotros en info@aquileacomunicacion.com




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