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Una marca para emocionar

  • Pablo Yáñez
  • 6 nov
  • 3 Min. de lectura

Nuestra marca es el escaparate que ponemos a nuestro negocio para atraer las miradas de los potenciales clientes que nos esperan ahí fuera.


¿Te has parado a pensar cómo se ve tu escaparate?


Es común que dicha reflexión opere principalmente sobre el concepto estético, sobre el enfoque subjetivo del mismo y en todo caso, sobre la comparación con los competidores dentro del sector.


Cuando en Aquilea Comunicación abordamos procesos de branding (con emprendedores en el momento inicial de sus proyectos) o de re-branding (actualizaciones de marcas ya existentes) tratamos de trabajar con el cliente en un escenario más complejo que acabe encontrando mejores respuestas a preguntas más exigentes.


Es necesario que el logotipo final de tu negocio “te guste” en la medida en que trabajarás frente a ese “escaparate” a diario. Pero sería un error contentarse con una solución “aceptable” que renunciase a todo el potencial que esconde para tu empresa un acertado proceso de definición y diseño de marca.


No nos cansamos de insistir en lo determinante que resulta para cualquier negocio, sea cual sea su razón de ser (venta, servicios, suscripciones…) su capacidad de dar respuesta a las necesidades emocionales de sus potenciales clientes.


Trasladarnos de la acción (la venta, lo visual, lo inmediato) a lo precedente, es decir, a la emoción que anticipa la acción.


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¿Qué necesita sentir mi potencial cliente cuando decide si me consume a mi o a mi competencia?


Esa es una pregunta más compleja, más exigente en sus respuestas pero en nuestra opinión, mucho más importante para el futuro de tu negocio.


Los procesos de branding, de diseño de logotipos, y de dotación de una identidad estética de cualquier negocio son una oportunidad para identificar las emociones claves para tus clientes y de construir una marca que sea capaz de conectar y dar solución a la cuestión emocional.


En nuestra imagen, en nuestro escaparate, en nuestra tipografía, en el logotipo, en los colores que usamos, en nuestras formas y en resumen, en nuestra identidad gráfica se esconde una buena parte de nuestra capacidad de conectar con las necesidades de los clientes de nuestro sector.


Apostamos por trabajar en la identificación de esas emociones claves previas a la acción de consumo y en la creación de marcas que sean capaces de ser comprendidas por el cliente como “útiles” para dar respuesta a esas demandas.

¿Es la seguridad la emoción con la que el usuario se decide por una u otra marca de coches? ¿Es la frescura o la jovialidad lo que buscamos al comprar una sudadera? ¿Es la ambición en el futuro de nuestros hijos lo que nos conduce a elegir un colegio para su educación? ¿Qué tecla debe pulsar un vino en el stand del supermercado para ser el elegido por esa pareja que prepara una cena especial en casa el viernes noche?


Todas estas preguntas, complejas en sí mismas, esconden las respuestas clave para que unas marcas triunfen sobre otras.


Diseñar el concepto de marca y su imagen conociendo ya las emociones clave permite anticipar el trabajo y construir una identidad que ofrezca al cliente exactamente lo que busca cuando consume.


La próxima vez que pienses en tu logotipo como un “simple” escaparate, recuerda que estás ante una de las herramientas de mayor potencial para llegar y conectar con tus potenciales clientes. Cuida el proceso de branding de tu negocio.


Pablo Yáñez - Director de Aquilea Comunicación



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En Aquilea Comunicación, agencia de comunicación con sede en Valladolid, creemos en una forma de comunicar centrada en las emociones. Apostamos por la comunicación emocional como herramienta estratégica para construir relaciones sólidas entre las marcas y sus públicos. Contacta con nosotros en info@aquileacomunicacion.com

 
 
 

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